Al igual que la canción de Don McLean, la American Pie se queda en la memoria de todo aquel que la prueba… ¿quién no ha escuchado alguna vez la famosa canción? Seguro que ahora mismo anda retumbando en tu cabeza esa pegadiza melodía.:
«Bye, bye Miss American Pie
Drove my Chevy to the levee but the levee was dry
Them good ole boys were drinking whiskey in Rye
Singin’ this’ll be the day that I die
This’ll be the day that I die»
Pues con la famosa tarta de manzana pasa lo mismo… La has visto en mil películas (hasta en la de su mismo nombre de la que seguro recuerdas por lo menos a Stifler y a su famosa madre 🙂 ), incluso seguro que te has imaginado el sabor que tiene cuando la ves reposando en el alfeizar de las ventanas y te llega el olor de la canela y la manzana caliente si consigues sugestionarte un poco… tan sabrosa…
En fin, que ya desvarío… aquí os dejo esta deliciosa receta para el fin de semana, que ahora con tanto frío apetece bastante acompañado de un delicioso té con leche 🙂
Ingredientes:
- 3 manzanas de cualquier variedad (A mi me gustan las Granny Smith (las verdes ácidas), pero como en todo, para gustos colores, depende de tu gusto completa y absolutamente. La más común es la amarilla, pero aquí lo mejor es el estado de «prueba y error» hasta que encuentres tu favorito)
- 100gr de azúcar moreno
- 1 cucharadita de esencia o pasta de vainilla (o incluso 1 vaina de vainilla)
- 1 cucharada de Maicena
- 2 planchas de masa quebrada (una para la base y la otra para la tapa)
- Mantequilla (sin sal)
- Canela al gusto.
Pelamos las manzanas y las cortamos en gajos y luego en rodajas.
Las ponemos en un bol, añadimos el zumo de un limón (evitará que la manzana ennegrezca), también añadimos el azúcar moreno (reservando un poco para espolvorear al final), la ralladura de la vaina de vainilla, o la cucharada de pasta y/o esencia que vayamos a utilizar) y la cucharada de Maicena. Mezclamos con las manos o con una cuchara. (El toque de la vainilla hará que nuestra tarta sea única y exquisita).
Untamos un molde (uno redondo de 20 cm de diámetro es perfecto) de mantequilla y lo cubrimos con la plancha de hojaldre. Retiramos el sobrante con un cuchillo (pero dejando una faldita alrededor del borde del molde)
Rellenamos con las manzanas, procurando que el líquido se quede en el bol. Espolvoreamos con el resto del azúcar moreno y un poco de canela, y colocamos unas láminas de mantequilla por encima. Cubrimos con tiras de hojaldre haciendo cuadrados, como decorando en forma de rejilla. Las láminas tienen que tener entre 1 y 1 1/2 cm de grosor, o con una plancha de hojaldre entera que pincharemos con un tenedor para que expulse el vapor.
Pintamos con mantequilla y hornearemos durante 45 minutos/ 1 hora a 180º grados, en el horno previamente calentado (hasta que esté dorada).
Por otro lado podemos montar nata (cuando esté a medio montar le añadimos el zumo de las manzanas que nos ha quedado en el bol) y terminamos de montar.
Acompañamos la ración de la tarta con esta nata un poco avainillada, con un toque de canela, manzana y limón que le dará un toque explosivo. Si no… como con todo, podemos acompañarlo con helado de vainilla, coco rallado, crema de menta… o lo que se te pase por la cabeza. Ya sabes… El límite está en tu imaginación!!